Carta abierta al Presidente de la Xunta de Galicia.
Apreciado Presidente,
El próximo martes asisto al Parlamento de Galicia, invitada por el grupo parlamentario que usted preside, para asistir a la votación de una proposición no de ley de educación inclusiva. Proposición no de ley que se tramita primero por el interés y sensibilidad del Grupo parlamentario Popular en mejorar las condiciones educativas de los niños gallegos con diversidad funcional y en realizar estas mejoras en la línea de respeto a los principios recogidos en la Convención sobre los Derechos Humanos de las personas con discapacidad y segundo recogiendo el testigo de la proposición no de ley presentada por el Grupo parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados, en la que se recogieron los planteamientos de la Plataforma España Inclusión, como usted ya sabrá, tengo el orgullo de ser una de las promotoras, junto con otra madre gallega Cuca da Silva.
Señor Presidente, asistiré al Parlamento para tener la oportunidad de ver como se materializan tantas horas de trabajo, mías y de mis compañeras (sepa usted que mientras que elaborábamos los documentos de análisis y aportaciones al Pacto Social y político por la educación era Arturo quien me daba el ordenador y se acurrucaba a mi lado en el sofá, resignado a que era lo que podía disfrutar de su madre) y lo haré con profunda tristeza: mientras que yo asisto como invitada al Parlamento de Galicia mi hijo está sentado solo en una escalera durante todo el recreo.
Hemos solicitado antes de comenzar el curso escolar un plan de intervención en comunicación, juego y relaciones con sus iguales durante todo el horario lectivo y la respuesta ha sido: ninguna.
No lo solicitamos por capricho. Lo hacemos por indicación de los terapeutas de Arturo y porque es la propia Consellería de Educación la que, en las Guías de Intervención para el alumnado con trastornos generalizados del desarrollo que edita, establece que es de vital importancia el juego con sus iguales. Ni que decir tiene, que tanto la comunicación, el juego y las relaciones con sus iguales son objetivos educativos tantos del currículo de educación infantil como del currículo de educación primaria para todos los alumnos: también para Arturo.
En vez de confeccionar un programa de intervención que ayude a Arturo en estas áreasle han asignado una cuidadora para el horario del recreo, que vigila a Arturo y controla la ingesta directa de su merienda. La mala intervención en alimentación por parte del equipo docente (en horario lectivo) durante el curso 2009/2010 contribuyó de forma directa en la aparición de un trastorno de alimentación severo en Arturo, cuando detectamos el problema les dimos una pautas de intervención que tampoco siguieron. Es fácil comprender cual es la reacción de un niño si se le dice de manera insistente come come, come, todos los días a la misma hora...más si este niño tiene problemas de comunicación. Y no me lo invento, está recogido en su libreta viajera, la actuación del equipo docente, y las pautas que les dimos, y la ausencia de seguimiento de las mismas.
Hemos solicitado antes de comenzar el curso escolar un plan de intervención en comunicación, juego y relaciones con sus iguales durante todo el horario lectivo y la respuesta ha sido: ninguna.
No lo solicitamos por capricho. Lo hacemos por indicación de los terapeutas de Arturo y porque es la propia Consellería de Educación la que, en las Guías de Intervención para el alumnado con trastornos generalizados del desarrollo que edita, establece que es de vital importancia el juego con sus iguales. Ni que decir tiene, que tanto la comunicación, el juego y las relaciones con sus iguales son objetivos educativos tantos del currículo de educación infantil como del currículo de educación primaria para todos los alumnos: también para Arturo.
En vez de confeccionar un programa de intervención que ayude a Arturo en estas áreasle han asignado una cuidadora para el horario del recreo, que vigila a Arturo y controla la ingesta directa de su merienda. La mala intervención en alimentación por parte del equipo docente (en horario lectivo) durante el curso 2009/2010 contribuyó de forma directa en la aparición de un trastorno de alimentación severo en Arturo, cuando detectamos el problema les dimos una pautas de intervención que tampoco siguieron. Es fácil comprender cual es la reacción de un niño si se le dice de manera insistente come come, come, todos los días a la misma hora...más si este niño tiene problemas de comunicación. Y no me lo invento, está recogido en su libreta viajera, la actuación del equipo docente, y las pautas que les dimos, y la ausencia de seguimiento de las mismas.
Este curso se les ha pedido por activa y por pasiva que le abran al niño los envases, como a cualquier niño de su edad, y le de dejen almorzar a su aire, como a cualquier niño de su edad, creo que no es tan difícil. En vez de hacerlo se le asigna una cuidadora, que en vez facilitar su autonomía y autodeterminación hace las cosas por él: Arturo no necesita a nadie que le coja un envoltorio para tirarlo a la papelera, o le ponga la chaqueta, por ejemplo. Y no lo necesita primero porque lo hace él, y segundo por el Equipo de Orientación específico considera que Arturo no necesita ninguna cuidadora, ya que no está contemplado en su dictámen de escolarización. Le asignan un recurso en contra del criterio de Equipo de Orientación específico y se hace a costa de retirarle ese apoyo a niños con mayores dificultades que Arturo, incluso con dificultades motóricas y que sí que tienen reconocida la necesidad de una cuidadora que facilite su autonomía personal en su dictámen de escolarización.
Esta asignación de recursos es cuanto menos "arbitraria" por parte del centro escolar, y se hace porque yo estoy solicitando intervención en juego, comunicación y relaciones con sus iguales en ese horario. El efecto práctico de la asignación de esa cuidadora a Arturo es contribuir a su dependencia, en vez de facilitar su autonomía: Arturo vive muy bien si hacen las cosas por él.
Se le asigna personal no recogido en su dictámen de escolarización que ademés no realiza ninguna intervención ni en comunicación, ni en juego ni en relaciones con sus iguales. Primero porque no es su función, segundo porque no existe ningún plan de intervención por parte del equipo docente del centro.
No deben considerar adecuado que Arturo aprenda a comunicarse, a jugar y relacionarse con sus iguales. Un niño con autismo necesita intervención educativa en esas áreas, no las desarrolla por ciencia infusa: sino no tendría autismo.
El juego y la interación con sus iguales es una de las enseñanzas mínimas que regula el Ministerio de educación para todos los niños españoles. Me pregunto porqué para Arturo no, la respuesta es fácil: por razón de su diversidad. Ni importa se sea una enseñanza "de mínimos" ni que aparezca recogida tanto el currículo de infantil ni en el de primaria, ni importa que solicitemos un plan de intervención. No importa nada, ni a nadie. Y no será por no haberlo puesto en conocimiento directo tanto de la Jefa de Gabinete de Conselleiro, como de la Jefa Territorial como del Jefe de la Inspección educativa.
Como usted sabrá, ningún niño gallego con diversidad funcional, tiene derecho a exención de ninguna de las materias educativas. Ni de gallego/castellano e inglés los niños con trastornos de la comunicación y lenguaje, o de educación física los niños con parálisis cerebral o problemas motóricos, por ejemplo. Es paradójico pensar que si yo llevo la matrícula escolar de Arturo a un centro de Valladolid y posteriormente traslado el expediente a A Coruña, entonces sí tiene derecho a exención en este caso de gallego, tenga o no Arturo diversidad funcional.
Dicho lo cual, teniendo en cuenta las indicaciones de los terapeutas de Arturo, solicitamos el pasado 26 de agosto, la intervención del Equipo de Orientación Específico de TGD, y Comunicación y lenguaje, y al amparo de Convención de los Derechos Humanos de las personas con discapacidad, se planifique la exposición gradual de Arturo a dos lenguas adicionales, según las necesidades de Arturo y según el criterio que consideren adecuado los técnicos de su Consellería. Entendemos que nadie mejor que los profesionales de los Equipos de Orientación específico para determinar qué intervención hay que realizar con Arturo. Profesionales. Cualificados. Con experiencia.
Mire usted, yo no soy ningún técnico, solo soy su madre, pero por pura lógica, un niño que está en proceso de adquirir comunicación verbal en una lengua, se merece al menos una evaluación y planificación de cómo se va a llevar a cabo la exposición a una segunda y tercera lengua.
Como ya le dije, esto lo solicitamos por escrito el pasado 26 de agosto: nadie ha contestado. Tampoco sabemos que se está haciendo con Arturo en lo que va de trimestre a este respecto.
El pasado jueves, me entregaron la propuesta de adaptación curricular de Arturo, en la que ni se contempla intervención ni en juego, ni en comunicación ni en relaciones con sus iguales.
Para colmo, se marcan items de desarrollo muy inferiores a los que tiene el niño e incluso se describen conductas propias de niños pequeños con autismo pero que nunca han formado parte de la personalidad o de la forma de comportarse de Arturo. Parece que en el proceso de elaboración de la adaptación curricular (copiar y pegar la de otro niño) se han olvidado de borrar los items que no corresponden a las características personales de Arturo. Tampoco es que me lo invente, o que al ser yo su madre, le vea con buenos ojos: es lo que tienen las nuevas tecnologías, que facilitan mucho la existencia de materiales audiovisuales en los que se reflejan perfectamente las capacidades y evoluciones en este caso de Arturo, además de la existencia de informes de sus terapeutas, pero como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras.
Seguimos sin disponer de información académica de Arturo, ya perdí la cuenta de la cantidad de veces que lo solicité por escrito vía registro administrativo, y en las distintas reuniones mantenidas con la señora Villaverde, Jefa Territorial de Educación, o el señor Mira, Director General de educación.
Al final, nos vimos obligados a solicitarlo vía Agencia española de protección de datos, además de haber interpuesto la correspondiente denuncia, que sigue su trámite. Y no nos gusta, ni lo hacemos como deporte: es que no tenemos información que nos permita planificar una intervención educativa extraescolar adecuada, y nos estamos jugando cuestiones como que Arturo aprenda a hablar, por ejemplo.
Ya no le cuento el viacrucis que ha supuesto que la Consellería de Educación tramitase un proceso de flexibilización de Arturo sin nuestro consentimiento, entre otras cosas, las notificación nos llegó 29 días tarde...en fin.
Suponemos que en el origen de tantos desencuentros están decisiones del equipo docente (reconocidas por escrito) como son no evaluar a Arturo durante el curso 2009/2010, a pesar de que es obligatoria la evaluación de TODOS los niños que cursan el segundo ciclo de educación infantil, y más un niño con necesidades educativas especiales, cuyo proceso educativo debe estar sometido a un proceso de revisión y seguimiento contínuo, no lo digo yo, que solo soy una madre, sino la normativa educativa vigente. Y no hacerlo por considerar que es perjudicial para él.
Por otra parte tampoco se hizo una adaptación curricular para Arturo en el curso 2009/2010 aunque sí que daban las condiciones objetivas que legalmente les obligan a realizarla, reconocido también por escrito.
Nos preguntamos quien se hace responsable de las consecuencias, y cómo se pueden cuantificar, irreparables para Arturo.
Saludos cordiales,
Esther Cuadrado, mamá de Arturo.
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